La frase «Somos el 99 por ciento», acuñada por los manifestantes del neoyorquino parque Zuccotti, es motivo de controversia entre las minorías que conforman el movimiento que cuestiona el sistema capitalista de Estados Unidos, país de una arraigada segregación racial y social.
Utilizada en todo el país, el "99 por ciento" se refiere a la población que recibe lo que queda de la riqueza mundial después de que los dueños de las corporaciones y "el uno por ciento más rico" se embolsan la mayor parte.
Según un informe divulgado por el Center for Social Inclusion (Centro para la Inclusión Social), los trabajadores negros y latinoamericanos en Estados Unidos son considerados "de segunda clase", además de estar excesivamente representados en ocupaciones mal pagas, que requieren escasas habilidades y en las que tienen "limitadas posibilidades de ascender en la escala de oportunidades".
El estudio plantea que los estadounidenses que no son de raza blanca y los inmigrantes son sistemáticamente excluidos del mercado laboral debido a que muchos carecen de título universitario. Su escasa educación es consecuencia de la falta de recursos que recibe la educación pública en los barrios que habitan.
"Las personas de color (como se denomina a quienes no pertenecen a la mayoría anglosajona en Estados Unidos) no pueden acceder a centros de empleo ubicados lejos de sus hogares debido a inadecuados servicios de transporte público", señala el informe.
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"Negros, latinoamericanos, indígenas estadounidenses y poblaciones específicas de asiáticos viven donde no están los empleadores, donde los gobiernos locales no establecen transporte público y donde la base impositiva es demasiado pequeña para financiar adecuadamente las escuelas", añade.
El 99 por ciento también es desigual
Un grupo de manifestantes se concentró el 25 de octubre por la noche en el Battery Park, muy cerca de donde está acampado el movimiento Ocupa Wall Street, para participar en un debate sobre poder y privilegios.
La discusión fue organizada por el Grupo de Trabajo de Personas de Color (POC WG, por sus siglas en inglés) para Ocupa Wall Street, que lucha por incorporar un discurso de desigualdades estructurales dentro del movimiento.
Un mes antes, miembros de South Asians for Justice (Sudasiáticos por la Justicia) llegaron a la asamblea general realizada en el distrito financiero justo a tiempo para oír la lectura de lo que sería el primer documento oficial, la"Declaración de la ocupación de la ciudad de Nueva York", dijo a IPS la organizadora de POC WG, Thanu Y.
"Inmediatamente nos impactó el segundo párrafo de ese documento, que rezaba: Nosotros, los ocupantes, antes divididos por el color de nuestra piel, nuestro género, orientación sexual ( ) somos una sola raza, la raza humana", agregó.
"Sentimos que el tono de la declaración estaba borrando la historia de las comunidades de color y de los inmigrantes en Estados Unidos, y asumiendo que todos partíamos del mismo punto, en lo económico y en lo político, cuando salimos a protestar contra esta crisis económica; nos parece que es incorrecto", dijo Thanu Y.
"Creo que es necesario que un debate sobre esas desigualdades tenga protagonismo en este movimiento en Estados Unidos e incluso en el plano mundial, donde las realidades de clases y castas simplemente no pueden ignorarse. La manera en que estamos divididos es parte del motivo por el que hay una crisis económica", señaló la activista.
Así fue como el grupo decidió bloquear la declaración, y se quedó en el parque hasta cerca de la medianoche, reformulando el texto para reflejar mejor la diversidad de los integrantes del movimiento.
Desde entonces, el POC WG es una fuerza importante dentro de la organización de Ocupa Wall Street, alentando la participación de las minorías.
Un movimiento de mayoría blanca
Pese a la brutal clausura el 25 de octubre del campamento de Ocupa Oakland, en California, una semana después el movimiento se recuperó en ese estado occidental, y cada vez más población negra busca mantener en alto la tradición combativa de la ciudad.
El Partido de los Panteras Negras nació el 15 de octubre de 1966 en Oakland. La ciudad también albergó un fuerte movimiento antiapartheid liderado por negros e impulsó al capítulo de la Rainbow Coalition (coalición arcoiris) más fuerte del país.
Cuatro décadas después, Ocupa Oakland cuenta con el apoyo de habitantes afrodescendientes a modo individual, pero no ha logrado obtener el respaldo de dos sectores clave: pastores y funcionarios negros.
En buena medida, hay una limitada participación negra porque se trata de un movimiento liderado por blancos, según el abogado afroestadounidense y veterano defensor de los derechos civiles Walter Riley.
"Cada vez que en este país hay un movimiento iniciado principalmente por blancos, se da la tendencia de que en él no haya grandes cantidades de negros", dijo.
"Eso no significa que los negros no lo apoyen", continuó, destacando que lo que está en el núcleo del movimiento Ocupa la condena a los bancos es un punto crucial de las quejas de la población negra, por ejemplo en lo relativo a la falta de inversiones en barrios de esa comunidad.
Oakland también representa la desigualdad que existe dentro del "99 por ciento". En 2010, el desempleo entre los blancos fue de siete por ciento, mientras que entre los negros y latinoamericanos fue de 19,6 y 15,2 por ciento respectivamente.
El supervisor del condado de Alameda, Keith Carson, también afrodescendiente, apoya el mensaje anticorporativo del movimiento, pero considera "perturbador" el hecho de que no tenga líderes.
Según Carson, los ocupantes de Oakland enviaron el mensaje equivocado al acampar frente a la municipalidad, cuando los objetivos reales deberían ser los bancos.
La falta de una fuerte participación negra también puede entenderse en el marco del cambio demográfico.
En los años 80, 46 por ciento de los habitantes de Oakland eran negros. Actualmente, lo son apenas 27 por ciento, mientras que 25 por ciento son blancos, levemente más que los latinoamericanos.
Como señaló el reverendo Daniel Buford, ahora que la comunidad blanca más rica se ve perjudicada por el desempleo y las ejecuciones, sus miembros lideran el movimiento de protesta contra las corporaciones y los bancos. Mientras, la iglesia negra continúa organizándose en torno a asuntos primordiales, como la educación, afirmó.
Clarence Thomas, miembro del consejo ejecutivo de la International Longshore and Warehouse Union en San Francisco y ex Pantera Negra, enfatizó en la necesidad de que "el 99 por ciento" se una.
Según él, una de las fortalezas de las Panteras fue su capacidad de establecer coaliciones con aliados blancos, y esto puede ocurrir en el movimiento Ocupa.
Es un error creer que se trata de un movimiento liderado por jóvenes blancos, sostuvo.
"Es cuestión de que participemos en el proceso", dijo.
* Este es el primero de dos artículos sobre las influencias étnicas y de clase en los movimientos inspirados en Ocupa Wall Street de Estados Unidos.